Quiero una vez más desde nuestro espacio reivindicar la estupidez. Hablo de la estupidez total, de ser un idiota en el trabajo, de vacaciones, en pareja, en soledad, la estupidez permanente. Llevar la estupidez a donde uno vaya. Ser el más boludo en todos lados.
¿Acaso a alguien le ha servido la madurez?
Hemos llevado la imbecilidad al paroxismo y eso me enorgullece.
Perdimos 20 partidos seguidos pero nunca perdimos la sonrisa porque somos adultos infantilizados, Porque ganar o perder está fuera de nuestro esquema, que es la felicidad total sobre un sustrato de estupidez impensable. Casi no puede pensarse ni decirse, es pura acción, pura potencia y espontaneidad.
Les dejo un video para que jamás perdamos de vista nuestro ser. Somos idiotas porque queremos serlo y porque no sabemos ser de otra manera, no lo concebimos.
Los abrazo.