Episodio I
Una vez más arrancaba el torneo para el sordo. Una vez más se renovaba la expectativa de
ésta vez peleamos arriba. El evento estaba pautado para las 16.30; el rival nuevamente era Manchester, tipos más malos, más emoción y más gordos que nosotros. Inexplicablemente casi siempre nos ganan.
Los doce apóstoles sordenses éramos Hernán, Nahui, Poli, Charlie, Pablito; José, Gato, Pedro, Fede de Bonifacio; Andrés y Grillo. De suplente estaba el perro, que amagaba con volver a las canchas trotando del otro lado de la línea de cal.
El primer tiempo fue un espectáculo del sordo, nos fuimos 2 a 0 arriba con dos goles del Grillo que tuvo un gran retorno. El partido estaba para el cachetazo, pifiamos muchos goles y todos coincidíamos que la diferencia debería ser mayor.
No iban cinco minutos del segundo tiempo cuando Poli efectuó un vuelo a lo Crismanich: sus tapones de cara al sol presagiaban la fractura del delantero rival, buen tipo para colmo. Se la dio contra la raya, cuando ya no tenía opción de pase ni nada. Irresponsabilidad del central que dejó al equipo con uno menos en un momento inoportuno.
A raíz del evento el sordo no pudo volver a hacer pie. Nos paramos mal, gato pasó de central y el medio quedó desdibujado. Rápidamente llegó el descuento de Manchester, mientras el perro trotaba afuera y estiraba su esperado regreso a las canchas.
La entrada del perro vino acompañada de la peor decisión: lo sacó a Nahuel y se paró de lateral derecho, en lugar de sacar a un delantero como pedía a gritos el partido. Grave error del capitán por el que fue acorralado luego del partido sufriendo tocamientos en zonas impúdicas.
A partir de ese momento todo se fue volviendo cada vez peor: Charlie pierde la marca, se tira inocentemente desde atrás y faulea a un tipo en el área. Penal para los gordos de Manchester que empatan el partido.
El sordo se fue a buscar el triunfo desesperado, podría haber llegado pero una distracción en un lateral nos propinó el tercer gol, el más doloroso. Faltarían como mucho cinco minutos para que terminara el partido.
El resto es historia conocida para el sordo: salimos a atacar con los once jugadores y en una contra, en tiempo adicional, el delantero vilipendiado corrió toda la cancha, gambeteó a Hernán para terminar de pecho festejando en el pasto. No era para menos, se trataba de su segunda factura en la jornada mientras poli miraba desde afuera cómo brillaba la pierna que la empujó dos veces al arco y que él no pudo destruir.
El final fue crítico, nos fuimos golpeadísimos, casi sin hablar. La foto que se acompaña es previa al partido, cuando aun reíamos sin que nada importe.
Episodio II
La semana arrancaba problemática, parecía que no llegábamos ni a juntar un equipo de 9. Hernán no podía asistir, razón por la que el tero Muñoz rebautizado la anguila Muñoz se jugó el pellejo y sin dudarlo se ofreció para el arco. Los viejos fantasmas del sordo bailoteaban a nuestro alrededor.
Párrafo aparte merece coco, quien sin ninguna explicación dejó hace rato de asistir los sábados y sólo se manifiesta en el grupo mediante emoticones. De pronto la leyenda
coco está escribiendo un mensaje entusiasmó a quienes estábamos con el celular en la mano esperando confirmaciones. El mensaje llegó en forma de foto, aunque ignoramos su propósito.
A la fecha nadie pudo desencriptar el mensaje del back sordense. Hay quienes dicen que se divierte transvistiéndose en Nueva York.
Llegó el sábado y con varios invitados llegamos a ser nuevamente 12 jugadores. El sordo formó así:
Lucho; nikki, perro, un central, y pablito; José, Gato, Pedro, Fede de Bonifacio; Lucas (amigo de gato) y Loli. Al banco un pibe recién llegado desde Bonifacio a la ciudad imaginada por Dardo Rocha: Bauti, de 18 años.
A los dos minutos ya ganábamos 1 a 0 con gol de loli que el perro dice haber desviado y pretende sumarlo a su cuenta personal, como en las épocas de El Pueblito con las mujeres.
Dominamos ampliamente el encuentro pero no pudimos sacar mayores diferencias. Por momentos tuvimos ratos de gran fútbol. con casi goles increíbles.
El segundo tiempo se desarrolló de igual forma, aunque la imposibilidad de ampliar la ventaja empezó a ponernos nerviosos. Si nos empataban era para cortarse los huevos.
A poco del final José metió el 2-0. Lo buscaba desde la semana anterior, alcanzando un total de 8 mano a mano errados.
Párrafo aparte para Bauti y para el pueblo de Bonifacio. El pibe entró con gran nivel, pelota al piso para salir jugando y aguerrido cuando la situación lo que requirió. En cuanto a Bonifacio, prontamente debería un comitiva del sordo llevar una ofrenda de agradecimiento por aportarle tal número de jóvenes y asegurarle ad eternum un semillero de calidad.
Alegría para el sordo, que festejó con algunos players comiendo carne en lo de nahui.
Se espera un evento oficial del sordo para el próximo sábado post partido, sea porque se asen unas carnes en lo de nikki, sea porque el perro se digne a festejar su cumpleaños 33.
Este es el año de los 33 del sordo, el año del sacrificio. Creemos en la numerología, ciencia que nos augura un año triunfal.
