lunes, 22 de octubre de 2007

Il abandono




Visto e considerando que resulta un despropósito (y qué costo económico-técnico al servidor web) mantener este espacio y no alimentarlo (al fin y al cabo es un sitio de nutrición al intelecto), haré uso (nadie tiene los pantalones para oponerse) del mismo con total libertad, (p. ej. abusando indiscriminadamente de los paréntesis) y contándoles mi parecer [...]

La higuera futbolística nuestra es como la de la Biblia, estéril. Y, como indica aquel pasaje del NT, nuestro senior Jesucristo ha vertido su maldición divina sobre ella, expulsándonos del edén de la pelota. En el camino de regreso me encontré con un viejo amigo el querido Vlad Tepes quien les saluda desde esta pintura del siglo XV---------->
Mi estimado hematófilo me comentó al paso que ciertos tosidos resultan peligrosos al ser aspirados, y puso especial énfasis en los tosidos húmedos y que van directo a la cara. Como se vanagloriaba de su vasta experiencia en eso de aspirar tosidos, no me quedó otra que creerle. Después me habló de un viejo problema gremial con los mosquitos, y de no sé qué asunto más, porque yo ya me estaba aburriendo de tanto monólogo y pensaba en cómo haría para salir del ruedo sin ofenderlo. Al final lo perdí entre la turba.

ENSEGUIDA NOMáS ME TOPé
CON OTRO DEMENTE QUE ASí CANTABA A LOS VIENTOS:


'Sueña el rico en su riqueza,

que más cuidados le ofrece;

sueña el pobre que padece

su miseria y su pobreza;

sueña el que a medrar empieza,

sueña el que afana y pretende,

sueña el que agravia y ofende,

y en el mundo, en conclusión,

todos sueñan lo que son,

aunque ninguno lo entiende.'



ASí que me gustó lo que escuchaba, y aunque no entendí demasiado y me venían ganas de dormir después de tanto trajín, intuí que el final de su discurso sería memorable, pero ahí nomás se le prendió Tepes que venía escapando de la turba, y le sacó lo poco que le quedaba de vida o sueño por el cogote.


1 comentario:

Claudio G. dijo...

No creo haber entendido el mensaje de esta entrada, visto esto, no me queda otra que coincidir con todo con lo dicho.
La tristeza me desborda luego de lo vivido el ùltimo sàbado y no tengo opiniòn al respecto.
Me pongo LOS PANTALONES para hacerle frente a usted descarado autor de esta nota, ya que hace dos dìas me paseaba en calzoncillos por la vida producto del olvido y otra vez, la tristeza de aquel duro golpe, tambièn porque aùn me pican las piernas de los mosquitos tamaño pelìcano que abusaron de mis delgadas piernas (eso hizo que no soportara pantalones) pero aquì estoy para calzarmelos de nuevo y hacerle frente a usted y la vida.
Saludos respestusos de mi parte