Llegó a mi oidos la versión de una supuesta lesión de cadera de nuestro back, la doga lorenzo, que lo imposibilitaría para desplazarse en una cancha de futbol por lo que resta del 2012.
Primero que todo quiero manifestar mi repudio a la moda de las lesiones que asedia a la parcialidad sordense, inspirada por motivos de orden netamente psicológicos que nada tienen que ver con factores físicos. Los casos testigo son los del negro mathieu y el rata lorenzo, quienes nunca pudieron probar fehacientemente lesión alguna.
Pienso que el perro debería tomar el ejemplo de Dadee Yankee, que persiste obstinadamente en bailar al son del reggeton pese a tener una bala alojada en su articulación coxofemoral, y no lloriquear por un estúpido padecimiento solucionable tafirol mediante.
Propongo crear una junta ético-médica ante la que haya que justificar las lesiones, valiéndose de placas y resonancias magnéticas como mínima condición, única autorizada a dar permiso para ausentarse un partido.
Asimismo, no puedo dejar de hacer notar que ciertos personajes andan conspirando para que abondemos este barco que tanto nos costó construir; ojo muchachos, nos esperan tempestades fuera de él, una vida de trabajo esclavo, minutos de inútil ociosidad y una miserable existencia de paseos de sábado por la tarde por calle 8.
2 comentarios:
Puedo aseverar desde un lugar cercano (yo hice de contacto para que el perro fuera atendido en el San Martín), que su problema no tiene nombre todavía (si es que tiene un problema) y que pueden llamarle maricón con toda comodidad porque por ahora es un dolor y no una enfermedad. Y ni hablar de días parado. Su médico es conocido mío y me hizo saber que sus caderas feminoides son propensas a la lesión por trauma trasero, o sea de pijazos violentos, por lo que se sospecharía por estas horas que de ahí viene la probable lesión, de las vergas que carga por popa. Con todo el respeto que merece un amigo como el perro que en este momento fue a comprar coca cola para el asado. Saludos.
Por proa también ha cargado algunas vergas, de ahí esa voz campanillada.
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