Hay dos cosas más por rescatar: la primera es que el equipo ya va encontrando una forma y, si todo sigue su cauce natural, de acá al final del torneo el once inicial será prácticamente de memoria.
La segunda es que tenemos al goleador del campeonato, un tipo de 1,90 que mete miedo, es grandote, trabado y mala leche; le gusta humillar a sus rivales y conoce todo tipo de manias. Acerca de su parecido con el rockero Juanse, asegura no preocuparse. "Me importa tres carajos que me comparen con ese falopero, no seré gente fina pero tampoco lo peor". El sábado metió 6 goles y, según dice, va por al menos 3 más la fecha que viene.
La próxima fecha jugamos contra La Moma, rival duro que empató con Chelsea y el Dep.Pasto de Pali, y recién ahí vamos a saber para qué estamos: si para pelear la zona o una vez más morir en el fondo de la tabla.
