jueves, 11 de octubre de 2012

Siempre nos quedará emmita

Estamos golpeados, sangrando por la misma herida de siempre; la falta de triunfos.
Personalmente tengo las pelotas llenas del dilema ganador-perdedor.
Yo creo que estamos forjando la moral revolucionaria del nuevo hombre del siglo xxi. Nuestro crecimiento es moral e intelectual.
En un mundo signado por la necesidad del reconocimiento del otro, nosotros logramos la independencia del criterio ajeno. Nadie es feliz por ganar, sino por el hecho de que el resto lo sepa. La necesidad de ser reconocido y el deber del resto de reconocerlo porque se ganó un-partidito-por-goleada. Pura miseria.
Precisamente ahí radica nuestra revolución. Transitamos el camino de la ilustración, estamos en las antípodas de la broncificación. "¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración".
Podremos perder mil partidos, pero siempre nos quedará emmita.



   

1 comentario:

La Pajarera dijo...

Emocionante.. Bielsa estaría orgulloso.