Fin

Final del torneo, y aunque no se pudo cumplir el gran sueño de terminar terceros, nos vamos a casa orgullosos de lo que dimos. Dejo los cálculos de probabilidades para otros, no sé si matemáticamente podríamos haber terminado más arriba, perdimos partidos ganables (como siempre) pero también ganamos muchos partidos perdibles (lo que no veníamos pudiendo lograr).

Dicen los profetas que Sordo no se ajusta a resultados, no tiene fines claros. Y final no tiene: seguirá y seguirá con renovación de generaciones, incluso luego de los que lo vimos nacer estiremos la pata (para alcanzar una pelota y nos desgarremos mortalmente). Dejará de pisar una cancha el día en que los simios conquisten el planeta, o hasta que los mapuches hagan la revolución, lo que suceda primero.